La compañía "Títeres desde Abajo"
actuó con otra obra en las últimas jornadas culturales libertarias organizadas por CNT
en Adra
Esta mañana tenía lugar en la
abderitana plaza Enrique Sierra Valenzuela una concentración de apoyo a los dos
titiriteros de la compañía “Títeres desde Abajo”. Una plaza que ya vio la
actuación de estos titiriteros en las últimas jornadas culturales libertarias
que organizó la central anarcosindicalista CNT. Fue el mes de mayo del año
pasado, con otra obra que representaron de forma pública y gratuita. El acto, convocado por CNT, ha contado con un
nutrido grupo de participantes que han coreado eslóganes en favor de los
titiriteros y consignas a favor de la libertad de expresión y en contra la Ley
Mordaza.
Desde la CNT de Adra, a pesar de
que ambos se encuentran ya en libertad, manifiesta que es necesario continuar con las
acciones de apoyo, ya que los cargos por “enaltecimiento del terrorismo e
incitación al odio” están vigentes. Una
acusación improcedente que ha levantado
la controversia entre amplios sectores de la sociedad en general y,
particularmente, en el mundo de la cultura así como en el mundo de la
judicatura. Controversia que se ha
extendido también, por las medidas
cautelares decretadas contra ellos, entrega de pasaportes en la Audiencia
Nacional y firma todos los días en los juzgados; medidas que por ejemplo, no se
han tomado con la misma proporción con políticos, banqueros, o empresarios
implicados en los casos de corrupción más sangrantes.
Para CNT el proceso contra los
dos titiriteros acusados de “enaltecimiento del terrorismo” es absurdo y debe
terminar con la retirada de cargos y archivo del caso.
Para CNT, que en un país como este, puedan meter en la
cárcel durante 5 días a dos artista por representar una obra de guiñoles con un
argumento crítico con la propiedad, la religión o la policía es un derecho que está
amparado por la libertad de expresión, considerarlo delito es una infamia que nos equipara más a una
burda dictadura bananera que a las
sociedades democráticas de nuestro entorno.
Para CNT es evidente que la
vinculación al terrorismo es un pretexto
que está siendo utilizado reiteradamente por el PP para desprestigiar a quienes
cuestionan un orden social injusto y las desigualdades sociales que este
provoca. Lo han venido haciendo incluso
con la PAH, que mientras el parlamento europeo la premiaba hace unos
años por su labor, los sectores más reaccionarios de este país, PP incluido, la
relacionaban con la kale borroka.
Para CNT, el caso de los
titiriteros es un paso más en el paradigma de falta de libertades y clima represivo que ha venido
impulsado el Gobierno del PP con leyes
como la Ley Mordaza. El continuo goteo de
penas de prisión para activistas sociales, trabajadores que han
participado en las últimas huelgas
generales, o detención de “peligrosas células anarquistas” que luego
quedan en nada después del linchamiento mediático es continuo e inadmisible. Este episodio es, sin duda, una nueva vuelta
de tuerca en esa política represiva para
amedrentar a la disidencia, unos métodos propios de un país con un importante
déficit en derechos y libertades que una sociedad dinámica y saludable como la
nuestra no puede consentir, ni amparar, ni lavarse las manos mirando para otro lado.