Para CNT el
acuerdo rubricado en el SERCLA queda muy lejos de la plataforma reivindicativa
con la que CCOO y UGT habían movilizado a las trabajadoras y trabajadores del
sector. Según afirmaban estas centrales sindicales los salarios habían perdido
un 7,5% desde el 2007. El acuerdo en materia salarial contempla un incremento
salarial desde el 1 de marzo de 2016 hasta el 31 de agosto de 2017 de un 2,5%
es decir 15 céntimos por hora. Desde el 1 de septiembre de 2017 al 31 de agosto
de 2018 un 1% más, o lo que es lo mismo, 6 céntimos. En esas fechas las
envasadoras estarán cobrando 6,50 € la hora en bruto, incluido pagas extras y
vacaciones. Para la central anarcosindicalista CNT es obvio que esta subida
salarial queda muy por debajo de lo planteado inicialmente en la tabla
reivindicativa, ni siquiera va a permitir recuperar poder adquisitivo ya que no
contempla, las variaciones al alza que pueda experimentar el IPC en este
periodo.
Otro de los
puntos flacos del acuerdo es la reducción del porcentaje de eventuales en las
plantillas de las empresas. Del 15% como máximo de personal temporal que se
reivindicaba inicialmente se ha terminado firmando un porcentaje del 40% para
la campaña 2017-2018, casi la mitad de la plantilla podrá seguir siendo
contratada bajo la modalidad del contrato de fin de obra o servicio.
En cuanto a
las horas de trabajo se vuelve a pactar una jornada más amplia que la ordinaria
que está establecida en 40 horas semanales según el ET y que, inicialmente, era
otro de los ejes de la plataforma reivindicativa para mejorar las condiciones
de trabajo. Este pacto establece una jornada semanal de 48 horas a partir de
septiembre de 2016 reduciendo, en 2 horas, lo pactado en el convenio anterior.
La posibilidad de reducción de la jornada a 45 horas por conciliación familiar
para las trabajadoras o trabajadores que lo soliciten demuestra que, quienes
han rubricado el acuerdo, no tienen ni idea de lo que es la conciliación
laboral y familiar. Donde quizás haya alguna mejoría es en la garantía de 160
horas mensuales de trabajo mínimo en cómputo trimestral para cuando empiece a
decaer la campaña, garantía que en la práctica, no disfrutarán los contratados
por fin de obra o servicio porque paulatinamente, se les comunicará su fin de
contrato. Como algo novedoso, el acuerdo contempla la supervisión de la
Consejería de Empleo para asegurar el cumplimiento del convenio en todas las
empresas del sector cuestión que, creemos, es un brindis al sol, quien tiene
las competencias para hacer cumplir lo pactado en convenio es la Inspección de
Trabajo y la acción sindical de los trabajadoras y trabajadores.
El acuerdo
deja en el tintero otras cuestiones como los 30 minutos de bocadillo, la
obligatoriedad de poner medios de transporte a las plantillas, cobrar como
horas extras la hora que sobrepase la jornada ordinaria, 12 horas de descanso
entre jornadas etc.
Tal y como
comentábamos en el comunicado de apoyo a esta huelga remitido a la prensa el
viernes 18 de marzo, la central anarcosindicalista CNT abogaba por un proceso asambleario
donde los trabajadores y trabajadoras decidieran sobre su futuro, si ratificar
acuerdos o continuar con la lucha. Los sindicatos llamados mayoritarios no han
ido más allá de la "asamblea" de representantes unitarios y tan
siquiera por unanimidad han aceptado el acuerdo.
Por último, desde CNT destacamos la falta de rigor de algunos medios de
comunicación, concretamente, La Voz de Almería, que a la 1:35 de la madrugada
del día 19 ya publicaba en su versión digital, que se había desconvocado la huelga.
Desde CNT nos preguntamos si esta celeridad por confirmar el fin de la
convocatoria de huelga, pendiente en esos momentos de ser ratificada por los
representantes unitarios, está relacionada con la cantidad de páginas que la
patronal Coexphal y sus asociados, ocupan frecuentemente en este medio.
Pese a estos
reveses, la CNT anima a todos los trabajadoras y trabajadores a organizarse al
margen del sindicalismo oficial que los ha defraudado. Los pocos derechos
escritos sobre el papel hay que defenderlos ahora en las empresas. CNT propone
un sindicalismo sin subvenciones, sin liberados que alcanzan
"preacuerdos" de las condiciones de trabajo que ellos no van a
padecer; sin comités, que en algunos almacenes están alineados con los
intereses de las empresas. Se puede desarrollar acción sindical desde otros
ámbitos, como por ejemplo, las secciones sindicales que propugna CNT.